Equipado con un busca emisor portátil (pulsera, colgante o reloj) unido a una caja conectada a su línea telefónica, la persona suscrita puede llamar en cualquier momento, desde su domicilio, al centro de teleasistencia. En la mayoría de los casos, busca un simple contacto y desea hablar ya que sufre de soledad o aislamiento. El operador se encuentra disponible y le reconforta para tranquilizarle.
A veces la situación puede ser mucho más grave (caída, asfixia, perdida del conocimiento…). El operador deben entonces
hacer un análisis rápido para llevar a cabo una intervención rápida: en un primer lugar, alerta a las partes interesadas
(vecinos, familia, amigos), después realiza los primeros auxilios si fuera necesario.
Esto se integra en general en un proyecto de mantenimiento a domicilio. Hoy en día, los servicios de teleasistencia prevén
encargarse en una mayor medida de personas en el exterior (encargarse de los trabajadores aislados equipados de dispositivos
de alerta). Gracias a la geolocalización, la plataforma de llamadas puede encauzar rápidamente la ayuda hacia la persona en peligro.